Scotland Yard, mediante su detective Gregson, solicita a
Sherlock Holmes que ayude a resolver un crimen que se cometió recientemente.
Holmes le pide a Watson, con el que recientemente comparte apartamento, que lo
acompañe y viajan a una casa vacía en un vecindario de Londres. Ahí observan la
escena del crimen, que incluye las huellas de un carruaje en la calle y huellas
de pisadas en el jardín, un hombre muerto que ha sido envenenado, pero conserva
sus pertenencias, y la palabra Rache (que significa venganza en alemán) escrita con sangre en la pared. Además, el
anillo de bodas de una mujer cae del cuerpo cuando se levanta (una huella
curiosa, puesto que se supone que Sherlock lo había analizado rápido pero minuciosamente).
El nombre del hombre muerto es Enoch Drebber y provenía de Cleeveland. También
había una nota a su secretario, Joseph Stangerson, que posteriormente también aparece muerto.
Sherlock lleva a cabo una serie de deducciones para resolver
el crimen, entre las que están:
Huellas del coche
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Dedujo que había llegado en la noche. por la angostura de sus
rodadas, concluyó que era de alquiler, no de un caballero londinense.
Lo desordenado de las pisadas del caballo afuera de la casa le
hicieron deducir que el cochero y el asesino eran la misma persona, pues los
caballos sin vigilancia durante el asesinato habían producido pisadas
descontroladas.
Dedujo entonces que el asesino se desempeñaba como auriga de Londres
y mandó a sus detectives a encontrarlo.
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Huellas en el jardín
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Estudió las huellas, entre las que distinguió las del policía y las
de los dos hombres que habían cruzado antes el jardín. Dedujo de ellas el
tiempo en que se habían hecho y las estaturas de sus dueños.
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Cuerpo de la víctima
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Dedujo que la expresión de su rostro reflejaba haber sido consciente
de que estaba siendo asesinado. Detectó un olor acre en su boca, por lo que
dedujo que había sido envenenado.
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La habitación
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Por las huellas de parsimonia con las que parecía que se efectuó el
crimen, dedujo que no se trataba de un crimen de estado, sino un pleito
amoroso.
Además, encontró restos de un cigarrillo, a partir de los cuales dio
con su marca “Trichonopoly”.
Dedujo que las huellas de sangre halladas, que claramente no
pertenecían a la víctima, eran el producto de la excitación del asesino, que
seguramente era robusto y de faz congestionada.
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Los archivos de policía
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Encontró que Enoch Drebber había estado casado, pero tenía un rival
amoroso. Ahí estableció el nombre de la víctima.
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El detective Gregson (no Scotland) acusa y encierra
equivocadamente a Arthur Carpentier, el hijo de la casera donde la víctima pasó
unos días. El móvil es una venganza por tratar de llevarse a su hermana. Lo que
omitió este detective fue solicitar información sobre un posible lío amoroso,
que Holmes sí sospechó.
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